J. LL. F. (Diario de Ibiza, 22 novembre)
La justicia argentina ha tomado el testigo a España en la investigación de los crímenes franquistas, después de que el magistrado Baltasar Garzón fuera juzgado y apartado del caso tras una querella presentada por una organización ultraderechista. Familiares de asesinados por el régimen de Franco llevaron hace dos años sus casos ante los tribunales del país sudamericano, que aún no se ha pronunciado al respecto pero, al mantener abiertas las diligencias, hace concebir esperanzas a estos afectados de que, al final, se haga justicia para los represaliados republicanos, aunque sea desde el otro lado del océano.
La veterana profesora y abogada argentina Ana Messuti, una de las que se encarga de tramitar las denuncias presentadas contra los crímenes franquistas, afirmó anteanoche en el Club Diario que los españoles «son víctimas de la denegación de justicia por parte del Estado» y que al retomar el asunto desde Argentina no hace sino respetarse el principio legal universal de perseguir los crímenes contra la Humanidad desde cualquier país. «Lo que hace Argentina es cumplir solo una obligación internacional, pues todos los países tienen la obligación de juzgar los crímenes contra la Humanidad». Además, la legislación también contempla la eventualidad de que varias naciones se solapen en las investigaciones, al permitirse la concurrencia, es decir, «todos los estados pueden juzgar simultáneamente», aclaró.
En todo caso, destacó la importancia de la sociedad civil para promover investigaciones judiciales. «En Argentina no hubiera sucedido nada sin las madres de la plaza de Mayo, y en España no sucedería nada sin el movimiento memorialístico», afirmó Messuti en alusión a las organizaciones surgidas al amparo de la Ley de Memoria Histórica aprobada por el anterior Gobierno socialista. La conferenciante fue presentada por Luis Ruiz, presidente del Fòrum per la Memòria d´Ibiza i Formentera, y por Maria Antònia Oliver, presidenta de la Associació Memòria de Mallorca.
La letrada argentina parafraseó a uno de los fiscales del proceso de Nüremberg contra los criminales de guerra nazis, quien afirmó que «si los demás Estados callan ante los crímenes que se cometen en otro país, se convierten en cómplices».
Desestimada al principio
Messuti hizo un recorrido por el periplo que han seguido las denuncias presentas ante los tribunales de su país y recordó que la primera querella fue desestimada porque así lo pidió el propio fiscal, que recomendó a la juez que la rechazara. Sin embargo, los letrados recurrieron y finalmente la denuncia fue admitida a trámite.
El número de personas adheridas a la querella «eran pocas al principio», afirmó la abogada, pero desde que el Tribunal Supremo español confirmó que se condenaba al olvido a los familiares de las víctimas, su número aumentó.
La abogada apeló a los jueces a «no hacer una lectura de la ley de forma forzada», de tal manera que «solo lean la letra de la ley» y no su espíritu. Si se incurre en este error, aseguró que suceden cosas como que «la justicia actúa rápido para el robo de un motocicleta o el impago de una hipoteca, pero no para los crímenes contra la Humanidad».
Frente a quienes consideran de forma pesimista que el caso lleva ya dos años en Argentina sin resultados, ella apostó por una visión optimista: «Ya hace dos años que Argentina estudia los crímenes de Franco», afirmó.