Garzón: “No se puede decretar el olvido mientras la herida está abierta”

C. CANALS (Diario de Mallorca, 20 juny 2009)

El juez defiende en Palma que los agravios de la Guerra Civil siguen vivos en hijos y nietos.

El juez Baltasar Garzón no duda de la legitimidad que tienen los movimientos llamados de Memoria Histórica en manos de los hijos y nietos de los fallecidos. “Pareciera que la necesidad de justicia podría desaparecer” transcurrido el tiempo, explicó ayer el magistrado en Palma; pero “con frecuencia los hijos y nietos son más beligerantes que los colectivos de los que proceden”.

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 ponderó que este hecho supone la evidencia de que “mientras la herida está abierta, el olvido no se puede oficializar por decreto”. 
Baltasar Garzón lanzó ayer estas reflexiones en el Colegio de Abogados de Palma, donde impartía una conferencia sobre Justicia Penal Internacional, invitado por el Proyecto Hombre de Bartomeu Català; pero hubo de referirse en diferentes ocasiones a sus investigaciones sobre los desaparecidos del franquismo, que le han valido la denuncia por prevaricación de la asociación Manos Limpias.
 “A nadie le gusta estar pendiente de comparecer ante un Tribunal, igual que a las muchísimas personas que día a día pasan por los juzgados a prestar declaración”, confesó el juez a los periodistas congregados en el Colegio, minutos antes de iniciar su lectura.

Desestimó, sin embargo, valorar que el Tribunal Supremo no haya admitido su recurso contra la acusación de Manos Limpias. “No es que tenga que proclamar mi inocencia sino que esto es un cauce y cuando corresponda hablar, lo haré, ya que hacer valoraciones fuera del Tribunal no tiene mucho sentido”. Aún así, consideró que la desestimación del recurso utiliza argumentos que “no entran en el fondo del mismo”.


Entre la audiencia, la representante de Memoria Histórica, Maria Antònia Oliver, se había interesado por la opinión de Garzón sobre este particular y por la legitimidad de los descendientes –con una intervención tan emocionada como aplaudida–, y el juez había sido tajante: “Si las heridas no están limpias no se pueden suturar porque se gangrenan”, resumió. 
Garzón negó de manera categórica que las víctimas busquen venganza, pues sólo “les guía el derecho de justicia”, aunque a “los detractores” les interese divulgar lo contrario.
 Las presiones existen, aceptó el juez, aunque el estado de derecho prevé maneras de evitarlas. “Las presiones de los medios de comunicación son más jodidas, hay que atarse los machos y aguantar”.

 

El popular juez Garzón a su entrada en el auditorio del Colegio. Foto B. Ramon