PEP CÓRCOLES (Diario de Mallorca, 4 de maig 2011)
Antoni Mateu, a la derecha, junto al resto del comité republicano de Inca en una imagen de 1931.
El ayuntamiento de Inca se ha propuesto limpiar de todo posible atisbo de culpa la memoria de su hijo ilustre Antoni Mateu Ferrer (1901-1937). Para ello aprobó, por unanimidad, una propuesta del PSM el pasado 25 de febrero y acto seguido empezó a dar pasos para hacerla efectiva.
Lo relevante de esta iniciativa es que se trata del proceso judicial quizá más conocido e importante de la Guerra Civil en Balears. Cabe recordar que junto a Antoni Mateu, alcalde de Inca, fue juzgado también Emili Darder, alcalde de Palma; Alexandre Jaume, diputado socialista; y Antoni Maria Ques, empresario y reconocido republicano alcudienc.
Fueron procesados bajo la acusación de alzamiento por parte del gobierno instaurado por los militares golpistas. La causa fue instruida por el coronel Tamarit y el resultado fue condenatorio en todos los casos. Fueron fusilados al amanecer del 24 de febrero de 1937 ante un muro del cementerio de Palma.
Antoni Mateu fue proclamado hijo ilustre de Inca en 2002. Con tal premisa el PSM fue el primero que abogó por la anulación oficial de la condena y obtuvo el respaldo de todos los grupos.
Sin embargo, tras iniciarse los primeros pasos han llegado también las primeras decepciones. El acuerdo se remitió a la Casa Real, al Parlamento, al Gobierno y al Consejo Superior del Poder Judicial. Tres de las instituciones han contestado. Las dos primeras se dan sólo por enteradas. El poder judicial se declara incompetente.
El secretario municipal manifiesta que “realmente se hace difícil saber ahora cómo se puede tramitar, hablamos de una sentencia firme y por el procedimiento ordinario no es posible. Aquí se plantean dos cosas. Una es si la sentencia fue injusta y la otra es si el tribunal era legítimo”. El secretario opina que posiblemente sólo sea posible si el Congreso aprueba una ley nueva al respecto. Jurídicamente es un tema complejo al que varios profesionales consultados no encuentran solución.
Documentos del Socorro Rojo
Las pruebas que incriminaron a Antoni Mateu –unos supuestos documentos cifrados del Socorro Rojo encontrados en su escritorio– fueron fabricadas en el despacho del coronel Tamarit, instructor de la causa previa. El soldado Felix Escales i Chamení vio cómo se falsificaba el documento. Su propio hijo se lo comunicó al investigador y monje de Montserrat Josep Massot i Muntaner años después. El investigador publicó este testimonio en una de sus obras.
Los documentos atribuidos al Socorro Rojo aparecieron en un cajón de su mesa, en el registro mercantil de Inca. Mateu murió pensando que había sido acusado falsamente por sus compañeros de trabajo. Anecdóticamente el coronel Tamarit había sido amigo suyo durante años.