Entrevista de Torres Blasco, Última Hora, 16 de maig 2010)
Maria Antònia Oliver es la representación viva del activismo a favor de la memoria histórica. Indignada por el procesamiento de Garzón, que intentó investigar los crímenes del franquismo, no cesa en su lucha, aunque ya desespera. Sin ella y sin su constancia y compromiso, no existiría la Asociació per la Recuperació de la Memòria Històrica de Mallorca. Se llama Maria Antònia Oliver, nació en 1957 y es nieta de un “desaparecido”, de Andrés París, zapatero socialista que, en 1937, fue detenido, encarcelado y, probablemente, asesinado en el cementerio de Porreres. Como tantos otros.
–En la demanda que presentaron relataban toda una serie de detenciones ocurridas en los años de la guerra civil y solicitaban una investigación. ¿Para qué y con qué objetivo?
–Presentamos una denuncia por desaparición y solicitábamos la exhumación de fosas en las que suponemos que fueron enterrados. Nuestra denuncia no era por asesinato sino por desaparición, pero pedíamos al Estado que investigara si fue asesinato y que se tomaran las medidas oportunas. No somos nosotros quienes tenemos que identificar a los asesinos, sino la justicia,
–Ustedes quieren investigar los crímenes del franquismo. ¿Piensan que todavía queda alguien vivo contra el que actuar?
–La lucha contra la impunidad es una obligación de la justicia y de cualquier gobierno. Si realmente hay alguna persona encausada, está viva y se demuestra que es responsable, debe ser perseguida y luego que decidan los tribunales. No es competencia nuestra señalar a los culpables, ni siquiera de los historiadores, que pueden ayudar mucho; es competencia de los tribunales.
–Hay quien considera que la Ley de Amnistía de 1977 fue una ley de “punto final” y que aquellos sucesos no deben ser investigados.
–Yo no sé si ése era el objetivo, estoy convencida de que no, de que el objetivo era sacar de la cárcel a quienes se habían opuesto a la dictadura, a los presos políticos. Lo que ocurre es que ahora, efectivamente, se está utilizando como una ley de “punto final”. Pero eso no es verdad, fueron crímenes contra la humanidad y los crímenes contra la humanidad no prescriben. ¿Cómo se puede amnistiar a personas que no han sido condenadas aún?
–Garzón está acusado de prevaricación, y desde el viernes suspendido en la carrera judicial, por abrir una investigación como la que ustedes pretenden.
–Es indignante. Quien ha prevaricado no es Garzón, sino el juez que le sienta en el banquillo. Por eso presentamos una querella contra el juez que le acusó. Las víctimas nos hemos quedado sin amparo si se persigue al juez y no a los criminales. Lo único que pedimos es que se abran las fosas para saber si nuestros familiares están ahí. Es que ni lo sabemos.
–Su demanda inicial, ahora paralizada por el proceso a Garzón, está muy documentada. Aportan nombres, fechas y hechos de decenas de detenciones. ¿Cómo fue el trabajo previo?
–Antes de constituirnos en asociación, familiares, historiadores y juristas fuimos recabando información. Localizamos gente, revisamos registros y pusimos todo en común. Elaboramos un informe sobre la fosa de Porreres y presentamos la demanda. Pero luego, ya como asociación, fuimos ampliando el alcance de la investigación. Nos dieron palmaditas en la espalda, nos dijeron que era muy humano y tal, se aprobó la Ley de la Memoria Histórica pero, la verdad, todo parece ser papel mojado, no funciona, hay muchas declaraciones y buenas intenciones pero, a la hora de la verdad, nada.
–Ahora el Congreso ha pedido al Gobierno que agilice los trámites para la exhumación de fosas.
–Sinceramente, me parece papel mojado. También el Govern anunció la creación de una oficina de ayuda a las víctimas y para que colaborara en la localización, pero es una cortina de humo. No llegó a funcionar, que yo sepa. Todo es un despropósito.
– La Ley de la Memoria Histórica también ordena la eliminación de símbolos franquistas. Parece que el Ejército sí cumple, se están retirando escudos de los cuarteles. Sin embargo, ahí sigue el monumento de Sa Feixina, que no depende del Ejército.
–Ese se otro de los despropósitos. Se mantiene el monumento de Sa Feixina pero, dicen, contextualizado. ¿Cómo vas a contextualizar el franquismo?, ¿cómo vas a reconvertir un monumento fascista en un monumento a la democracia? Eso no es más que una operación de maquillaje.