Vilafranca. Memoria histórica. El pleno aprueba reparar la dignidad de los represaliados durante el franquismo

 El batle Joan Català, ´Xirgo´. 

T. OBRADOR (Diario de Mallorca, 13 de novembre 2009).

“Guillem Barceló Barceló, En Guillem Rabassa. Vivía y trabajaba en es Castellots. Era foraviler y no le conocían ninguna adscripción política. Murió asesinado día 17 de agosto de 1936 en Son Coletes, Manacor. Tenía 23 años”.

Guillem, junto con Pere Josep de Son Deixopte, Mateu Jaume y Pere Frau, es uno de los vilafranquers, de nacimiento o residencia, que dejó su vida “por defender la democracia”. Figura en una extensa moción “para la reparación de la memoria histórica y la dignidad de las personas represaliadas en Vilafranca de Bonany durante el franquismo”. La presentó en el pleno del pasado martes el equipo de gobierno, formado por Més Vilafranca y UM. El único partido de la oposición, el PP, también votó a favor. El líder conservador, Monserrat Rosselló, justificó su apoyo con una simple frase: “Estamos a favor porque se incluye a las víctimas de los dos bandos”.


El alcalde, Jaume Sansó, de Més Vilafranca, aplaudió la muy sentida decisión municipal así: “Es un deber histórico hacer justicia a unas personas y a unos hechos que marcaron las familias, los amigos y la forma de ser del pueblo. No se trata de hacer un juicio de hechos sino de poner en valor la actitud y los valores de las víctimas y lo que representaban”.
El primer punto reflejado en la moción se refería a la derogación del acuerdo de pleno del 20 de junio de 1937, cuando se nombraron Hijos Ilustres de Vilafranca a los generales golpistas Manuel Goded y Emilio Mola. A continuación, se procedía a devolver “la merecida dignidad y honor a la junta gestora que gobernó este Ayuntamiento entre marzo y julio de 1936”, reconociendo además sus méritos por “haber estado al frente de esta institución en aquellas horas tan difíciles”.
Dicha junta gestora fue encabezada por el alcalde Xirgo, es decir, Joan Català, integrando también a Guillem Bauzà, de Can Paloni; Francisco Artigues, Lluent; Andreu Bover, Margoi, y Tomeu Estrany, Puil. En dos meses de gestión municipal se consolidaron como “todo un ejemplo de compromiso social”, resaltando un impulso a la enseñanza, la proyección de infraestructuras básicas, el intento de facilitar el acceso a la atención sanitaria y el objetivo de que la Administración fuera más democrática y transparente.


Respecto a funcionarios fusilados se recuerda a Sebastià Sancho y Miquel Capó. Este último al conocer su condena de muerte dijo a Tomeu Estrany: “A nosotros, jóvenes, no nos pueden robar la vida”.

Otro funcionario, Jaume Barceló, “sufrió hasta el último suspiro de su vida cuando en varias ocasiones fue sacado de su casa y conducido a recibir humiliación, tortura y tazas de aceite de ricino”. En ses Basses fue obligado a beber un líquido que le produciría graves lesiones internas irreversibles, falleciendo el 27 de octubre de 1938, a los 32 años.

Un cuarto funcionario, Mateu Oliver, enterrador y guardia rural, fue apartado del servicio y suspendido de sueldo y trabajo. Afortunadamente consiguió sobrevivir.


 cLos soldados nacionales que perdieron su vida en la guerra civil por los campos de batalla fueron Joan Barceló, Bartomeu Barceló, Rafel Jaume, Guillem Gelabert, Guillem Garcías, Bartomeu Català, Bernat Garí, Gabriel Català, Miquel Mestre, Llorenç Vives y Bartomeu Bauçà (éste desapareció en el frente de Alcalá de Henares). También se cita a Francesc Mayol, hermano de la congregación de los Misioneros de los Sagrados Corazones. “Nació en Vilafranca el 31 de mayo de 1871. Murió junto con otros seis religiosos en la carretera del Tibidabo de Barcelona día 23 de julio de 1936. Asesinado por las milicias de las CNT de Barcelona”.


Los próximos días 24 y 26 de este mes, y el 2 de diciembre, se celebrarán emotivos actos de divulgación de la memoria histórica, condenando la violencia y fomentando la participación democrática y la libertad de expresión, y se presentará el cuadro-homenaje donado por la artista Laura Riera.

T. OBRADOR

De “Comentarios de los lectores”:

Jo crec que s’han equivocat de mig a mig amb aquest homenatge. Els morts del bàndol feixista foren honorades, recompensades i recordades durant 40 anys de dictadura assassina feixista. Les víctimes del feixisme han de ser honorades per la seva defensa de la democràcia Republicana i de cap de les maneres han de ser honorades el mateix dia i lloc que els morts del bàndol feixista. Segurament que els soldats nacionals foren també víctimes d’una guerra que no desitjaven i que van provocar els seus oficials colpistes, i segurament molts d’ells tenien una orientació ideològica d’esquerres. No es poden mesclar unes coses amb altres. Del missioner, que no fou honorat pel franquisme en el seu moment? Se’ls hi han de donar més honors als màrtirs del feixisme i els republicans encara estan a les indignes fosses del Franquisme? aquest acte d’homenatge és una molt mala manera de fer Memòria Històrica. No es poden mesclar les víctimes, per que no totes foren iguales. Unes moriren pel seu compromís amb la República i els altres moriren per destruir la República. I l’actitud antirepublicana de l’església? Que ho han oblidat a Vilafranca…? Quina vegonya. Salut.

Guillem Bassa