RECHAZO AL MONOLITO DE SANTA CATALINA

Advertim que al següent article s’han comés dues imprecisions:

–no és en aquesta ocasió Josep Muñoz, sinó Pep Delgado, el representant de ARMH.

–la ARMH coneix des de fa temps l’origen feixista del monument, com pot comprovar fàcilment qualsevol que repassi les nostres declaracions.

En tot cas, cal saludar el titular tan clar i rotund, “Rechazo al Monolito de Sta. Catalina”: l’Ajuntament te avui menys marge que ahir per a continuar amb l’absurda idea de mantenir aquest monument d’exaltació franquista.                                                                                        

ARMH

 

Membres de la mesa de treball de la Porta de Santa Catalina, reunides ahir en es Baluard.  Foto: M. MIELNIEZUC.

JOSEP CAPÓ (Diario de Mallorca, 10 de juny 2009) 

Hay consenso entre las entidades convocadas por el ayuntamiento de Palma para estudiar la reforma de la plaza de Porta de Santa Catalina que se está ejecutando en estos momentos.

El monolito erigido en 1941 a la memoria de los Jinetes de Alcalá –militares golpistas que en Mallorca tuvieron un papel decisivo en los primeros días del golpe de estado de julio de 1936 y en la posterior represión–, debe suprimirse, aunque se puede mantener la fuente de agua, una reivindicación histórica de los vecinos del Puig de Sant Pere, que consiguieron junto con el monumento fascista.


Incluso el representante de Arca en la comisión de seguimiento de las obras, Joan Pascual, entidad habitualmente conservacionista, no pondría problemas insalvables en la supresión del monolito, dado su nulo valor histórico-artístico y patrimonial. No obstante, según Pascual, se debe “hacer pedagogía de por qué motivo se erigió y por qué se quita”.


En la reunión mantenida ayer por la comisión de seguimiento de las obras los vecinos de la asociación del Puig de Sant Pere también expresaron su postura al respecto, después de tener conocimiento del origen del monumento.

La representante vecinal, Maria Bonnín, reconoció que la petición formulada por los vecinos en el sentido de que se mantuviera el monumento y la fuente se hizo “a la ligera y por desconocimiento”. Con posterioridad, tras conocer el origen franquista del monumento, manifestó que lo habían hablado en la junta directiva y están de acuerdo en su supresión, aunque les gustaría que “se mantenga la fuente”.


De hecho, el desconocimiento del origen franquista de la fuente y obelisco erigido en 1941 en la plaza Porta de Santa Catalina en homenaje a los Jinetes de Alcalá, también era compartida por los representantes de la asociación Memoria Histórica de Mallorca, quienes ayer presentaron una petición formal a Cort, acompañada de un amplio informe, para que proceda a la supresión del símbolo en aplicación de la Ley de la Memoria Histórica.


Para Josep Muñoz, representante de Memoria Histórica, lo importante es que se trata de un monumento erigido a la memoria de estos oficiales golpistas y que “representa a unos señores que fueron unos asesinos”. El también vocal de la asociación, Pedro d´Echave, defendió que el monumento no se puede mantener en atención a que fue proyectado y ejecutado por un arquitecto municipal represaliado. Insistieron en que lo importante es que fue erigido para homenajear a estos militares y representa “el asesinato de muchas personas, además de ensalzar a unos señores que se levantaron contra los principios democráticos”. En definitiva, concluyó, Muñoz, “si se mantiene, se abofetea la libertad y la justicia”.


Esta asociación acepta que se mantenga la fuente siempre y cuando se oficialice un acto solemne, traducido en un acuerdo plenario, en el que se acuerde la retirada del símbolo, se explique por qué se erigió y por qué se retira. En este contexto aceptarían que se contextualice el hecho con una placa o alguna inscripción que contemplara también el hecho de que fue proyectado por un funcionario represaliado.


Por su parte, el arquitecto autor de la reforma, Frederic Climent, recordó que el proyecto inicial suprimía el monumento y pidió que se especificara claramente qué se debe suprimir, porque el proyecto de 1941 incluía, además de la fuente y el monolito, la urbanización de toda la zona, con el jardín central y la siembra de pinos.