Declaracions de la presidenta de Memòria de Mallorca al tribunal que jutja en Garzón

JULIO M. LÁZARO (El País, 2 de febrer 2012)

…La siguiente testigo, María Antonia Oliver París, de la asociación Memoria de Mallorca, ha dicho que no conoce al juez Baltasar Garzón. Su asociación presentó una denuncia el 15 de diciembre de 2006, que contenía una relación de víctimas de Mallorca, con un informe histórico de la represión contra la población civil.

La testigo ha explicado que en Mallorca la represión comenzó al día siguiente del levantamiento militar, el 19 de julio de 1936. “Comenzaron con listas preconcebidas las ejecuciones, los asesinatos, las desapariciones…” Su asociación pidió auxilio para encontrar a las personas desaparecidas. Tienen constancia de 3.000 asesinados “que no murieron en combate”. Su asociación tiene documentadas 1.600 personas asesinadas en la isla y más de 50 fosas.

María Antonia Oliver ha relatado que es nieta de una persona desaparecida. “Mi madre, de 87 años, es hija de esa persona. Mi abuela murió y lo que pretendo es que mi madre pueda cerrar las heridas con la verdad y la justicia”.

“Mi madre le llevaba la comida y un día de la primavera del 1937, le dijeron que lo habían puesto en libertad. Pero en una saca de la prisión, los sacaron maniatados y se los llevaron. Sabía dónde iba. Les esperaba una fuerza armada y Falange y les llevaron directamente a la muerte”, siguió al testigo. “Mi abuela y mi madre no lo vieron nunca muerto. Las dijeron que era un rojo y un cobarde, que habría huido con otra mujer y les habría abandonado”.

La testigo concluyó diciendo que si su asociación utilizó la expresión “crímenes contra la Humanidad” en la denuncia es porque siempre han estado asesorados de abogados, que les dijeron que en Argentina y Chile habían salido adelante las investigaciones por ese delito de crímenes contra la Humanidad.

EFE (Público, 2 de febrer 2012)

…En la misma línea fue el testimonio de María Antonia Oliver París, que señaló que en su denuncia presentada en la Audiencia Nacional el 15 de diciembre de 2006 expusieron “la represión que se ejercía contra el Gobierno legal y democrático de la República”.

Preguntada por el abogado de Garzón, Gonzalo Martínez-Fresneda, sobre qué les motivó a denunciar, Oliver París dijo que la mayoría de los familiares de los desaparecidos se educó en dictadura, y que “las víctimas no sabían que tenían este derecho”. “Pero los nietos, que sí que sabemos que tenemos ese derecho, empezamos a pensar que teníamos el derecho y el deber de denunciarlo”, añadió.

María Antonia Oliver afirmó que “los delitos no prescriben” y que “su dolor y sufrimiento es permanente”. Además, destacó que en su asociación actualmente han contabilizado 1.600 personas desaparecidas en Mallorca.

Martínez-Fresneda le ha preguntado por qué calificaron en su denuncia los hechos de “detención ilegal y desaparición forzada” como crímenes de lesa humanidad, a lo que ésta explicó que comprobaron que crímenes similares se habían investigado en otros países como Argentina y Chile.

EUROPA PRESS (2 de febrer 2012)

…La segunda testigo que compareció hoy en la vista, que apenas llegó a la media hora de duración en total, fue la representante de la Asociación Memoria de Mallorca María Antonia Oliver, quien también firmó una de las denuncias que llegaron en diciembre de 2006 a la Audiencia Nacional junto con otra miembro de la asociación que es profesora de Derecho en la Universidad de la Isla.

En su denuncia, acompañada de un informe histórico sobre la represión sobre civiles en la isla tras el golpe de Estado de 1936, esta asociación aportó una relación de victimas, que según sus investigaciones llegaron a los 1.600 ejecutados. Oliver ha defendido que en Mallorca “no hubo conflicto armado” porque el control de los sublevados fue absoluto desde el primer momento”, y ha estimado en 50 las fosas localizadas en la isla. “Soy nieta de una persona desaparecida.”, ha afirmado Oliver, para iniciar el relato de la desaparición de su abuelo y el hermano de éste tras permanecer seis meses en prisión.

En la primavera de 1937 informaron a las familias de que habían sido puestos en libertad, pero todos sabían que fueron víctimas de una “saca”. “Mi abuela murió y cerro sus heridas con la muerte, quiero que mi madre, que tiene 87 años, las cierre antes de morir con la verdad y la reparación”, ha afirmado esta testigo, tras señalar que cuando sus familiares iban a preguntar por el paradero de su abuelo las autoridades les decía que “los rojos son unos cobardes ” y seguramente habrían huido de la isla o “abandonado por otra mujer”.

La asociación de Memoria de Mallorca se constituyó en 2006, y según Oliver fue a partir de entonces cuando comenzaron a trabajar con juristas e historiadores “y a pensar que teníamos el deber de denunciar”. Ha explicado que presentaron la denuncia en la Audiencia nacional “porque nos llenó de esperanza que ya se estaban investigando crímenes similares contra la humanidad, los de Argentina y Chile”.